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El español es un idioma relativamente complejo, sobre todo si tu lengua materna es el inglés. Los tiempos verbales en español son complicados y el género de las palabras es algo que trae de cabeza a muchos estudiantes.
Aprender a diferenciar el femenino y el masculino en español puede ser una de las tareas más confusas y difíciles para algunos, por eso, te traemos la guía que necesitas para entenderlo. Continúa leyendo este artículo o cambia a su versión en inglés o en italiano aquí.
Lo ‘normal’ cuando estás empezado a aprender español es pensar que todas las palabras en masculino terminan por -o y que, en femenino, son en -a. Bien, esta regla puede valer para algunas palabras como perro/perra, humano/humana o hermano/hermana. Pero ¿qué pasa con las demás como inteligente, bola o caballo?
A continuación, encontrarás algunos ejemplos de palabras en español que no siguen la regla general de masculino -o y femenino -a.
El lugar por donde caminas es el suelo, pero la suela es la parte más baja del calzado, la que toca el suelo. Por lo tanto, la palabra suelo es masculina y no tiene un equivalente en femenino.
El velo es la tela que cubre la cabeza, generalmente, de las novias en las bodas. Pues bien, la vela no es el femenino equivalente de esta palabra. De hecho, no tiene equivalente femenino, aunque la palabra vela sí existe y es una palabra polisémica, es decir, tiene varios significados. La vela puede ser una pieza de cera con una mecha que sirve para alumbrar o la tela que ayuda a empujar las embarcaciones con el viento.
Seguro que sabes lo que es un caballo, pero ¿cuál es el femenino de este animal en español? La hembra del caballo es la yegua. Y no debes confundirla con caballa, que es una palabra que sí existe en español, pero que tiene un significado distinto. La caballa es un tipo de pescado muy popular en España.
La parte del cuerpo que acaba en la mano se llama brazo. Pero la braza no tiene nada que ver con el cuerpo humano. Una braza equivale a casi dos metros (unos 6 pies) y se utiliza para delimitar medidas marinas de longitud.
El verano en España es muy caluroso, por eso viene bien tomarse un granizado, que es una bebida elaborada con trozos de hielo. En cambio, si llega una granizada es mejor que te resguardes, ya que es un fenómeno meteorológico en el que caen trozos de hielo mezclados con la lluvia.
El último ejemplo es la palabra bolso. El bolso es un objeto de tela o de otro material que se cuelga al hombro y sirve para transportar objetos. Pero si llevas una bolsa, lo que tienes es un saco pequeño de tela o plástico que se agarra por el asa con la mano y sirve para hacer la compra.
La regla general dice que en español los nombres o sustantivos que acaban en -o son masculinos (el dinero, el libro, el bolígrafo, etc.), mientras que son femeninos los nombres que acaban en -a (la casa, la mesa, la rosa, etc.). Sin embargo, existen algunas excepciones que contradicen esta regla.
Existen palabras que, a pesar de acabar en -a, son masculinas. Ejemplos: día, mapa, planeta, programa o sofá. Y varias palabras que acaben en -ema, esquema, poema, problema, sistema o tema, que también son masculinas. Del mismo modo, hay nombres que acaban en -o que son femeninos: radio, mano, foto o moto.
Además del final en -o y -a, hay otras terminaciones que también debes conocer porque tienen un género determinado:
Además, hay sustantivos que sirven tanto para femenino como para masculino. Por lo general, terminan en -ente: inteligente, obediente o paciente. Pero también existen otros como: intérprete, atleta, policía, piloto o estudiante. Estos nombres sirven para ambos géneros: el atleta/la atleta; el piloto/la piloto; el intérprete/la intérprete.
Por último, como hemos visto antes, hay sustantivos o nombres que tienen formas diferentes según el género:
Después de leer esta guía podemos concretar que existen sustantivos en español que no tienen equivalente en femenino y masculino, otros que sí existen, pero con un significado diferente si cambias la letra final y algunos que utilizan una palabra totalmente distinta para designar su opuesto en género.
El femenino y el masculino en español es muy curioso y variado: tiene palabras de todo tipo, cambios que no te esperas y reglas que se rompen. Así que, si quieres seguir mejorando, no dudes en dar cursos de español en España para contar con los mejores profesores que te guíen durante tu aventura en el idioma.
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