Los Mapuches, Chile: gente, historia, comida y arte. El pueblo mapuche son los habitantes indígenas de un vasto territorio, lo que hoy es Chile y Argentina.
A pesar de que constituyen casi el 10% de la población de Chile, el pueblo mapuche y su verdaderamente notable historia lamentablemente siguen siendo relativamente desconocidos para el hombre común del mundo occidental. Como el único grupo de indígenas de América del Sur en defenderse con éxito de las amenazas que los acosaron tanto del poderoso imperio inca como de los poderosos conquistadores españoles, sus extraordinarios logros deben ser conocidos universalmente. Victorias independentistas aparte, los mapuches son también un pueblo que, incluso en un mundo cada vez más globalizado, se enorgullecen de haber conservado las tradiciones de su cultura ancestral. Con una lengua aislada, deliciosa cocina antigua y obras de arte bellamente intrincadas, los indígenas mapuches chilenos tienen un don natural para la creatividad que es seguro que inspira a los turistas que tienen el privilegio de visitar estas comunidades unidas y ver a sus habilidades en acción.
A pesar de que por una dispersión de los asentamientos algunos mapuches se encuentran en las zonas rurales del sudoeste de Argentina, las comunidades indígenas viven principalmente en la región de la Araucanía de Chile. De hecho fue precisamente, y no deja de ser sorprendente, esta dispersión de pequeños asentamientos y la separación de los clanes familiares lo que llevó a un triunfo sin precedentes de los mapuches sobre los españoles en el siglo XVI. Incapaces de erradicar la cultura única del pueblo mapuche en un solo ataque contundente, al igual que con los habitantes nativos del Perú, los conquistadores quedaron frustrados y humillados. Las técnicas de lucha de los mapuches pueden haber parecido desorganizadas y caóticas, ya que se ocultaban en el bosque antes de cargar de forma inesperada contra los desconcertados enemigos, pero la eficacia de estos métodos militares era innegable. Tras una guerra de más de 300 años (la Guerra de Arauco) en contra de varios ejércitos españoles, tanto la independencia del pueblo mapuche como su integridad cultural quedaron completamente intactas.
Desde proezas militares a la experiencia culinaria, el pueblo mapuche está igualmente dotado cuando se trata de servir una cocina nutritiva, versátil y sabrosa. A pesar del paso de los siglos, los nativos chilenos siguen fieles a las recetas de sus antepasados y algunos incluso utilizan el horno tradicional, el curanto, un agujero de un metro de ancho en el suelo que se utiliza para calentar las carnes y verduras envueltas en hojas sobre un fuego de piedras al rojo vivo. En cuanto a la comida en sí, los mapuches son más conocido por la introducción del, ahora internacionalmente popular, merquén ahumado. Desde sándwiches hasta sopas de pescado, las especias dan a los platos típicos mapuches un aroma de chile suave. Otras sabrosas especialidades son los milcaos (tortitas de papa), kollof (algas) y charquicán (un saludable cocido de carne, calabaza, maíz y patata). Los manjares dulces mapuches son igualmente apetecibles y el albaricoque (ciruelas verdes amargas en conserva) y piñones empapados en jarabe se mantienen como firmes favoritos entre las comunidades indígenas.
También conocidos por la producción de obras de arte excepcionales y joyas exquisitas, los mapuches centran específicamente su talento creativo en la talla de madera, cerámica, cestería, tocados y collares. Las piezas de arte funcional mapuche varían entre decorativas o sagradas, utensilios, platos o adornos de pecho. Sin embargo, si le interesan las joyas llamativas, un viaje al Museo Mapuche de Pucón o Museo Regional de la Araucanía de Temuco sin duda no le defraudará. Lleno de grandes pendientes en forma de disco, fornidos collares medallón y elaborados tocados cubiertos con monedas, los visitantes de los museos están rodeados de un tesoro indígena. Si se sienten inspirados, los turistas pueden incluso probar sus propias habilidades artísticas mediante la participación en un curso de joyería mapuche de una semana de duración que se imparte en la sureña ciudad chilena de Valdivia.
Además de las inevitables presiones políticas que vienen con la preservación de una cultura indígena, lo cierto es que los mapuches de Chile se esforzarán para salvaguardar estas fascinantes y consagradas tradiciones en el futuro.