Teatro en Costa Rica. Con 24 salas de teatro sólo en la capital, el teatro en Costa Rica es un fenómeno cultural muy vivo con una enorme capacidad creativa.
Costa Rica es un país de referencia en calidad de vida, seguridad ciudadana y es un raro ejemplo en su entorno desde que decidió abolir el ejército en 1948. Esta imagen de un país centroamericano de espléndida naturaleza y alto desarrollo humano se ve reflejada, naturalmente, en su vida cultural.
Entre otras ramas del arte destaca el teatro, que fue introducido en el país en la época colonial, cuando sobre todo los sacerdotes usaban obras religiosas como método de evangelización. A partir de la independencia costarricense, en 1821, comenzaron a arribar a Costa Rica algunas compañías dramáticas desde España, Italia y Francia y se comenzó a gestar una vida teatral relativamente activa sobre todo en la capital. En la segunda mitad del XIX se edificó el primer gran teatro en San José, el Teatro Municipal, destruido por un terremoto en 1888. Se levantaron más salas, como el Teatro Variedades, que sigue levantando su telón hasta el día de hoy, y el Teatro Nacional de Costa Rica, alma mater de la actividad teatral del país.
La actividad teatral costarricense resulta sorprendente en este país de menos de cinco millones de habitantes y que cuenta con 24 salas de teatro sólo en la capital, y más de una docena más repartidas por la geografía costarricense.
Por esta casi cuarentena de salas se representan obras de todo tipo que atraen la atención del público: desde clásicos de Shakespeare a obras de denuncia social y política (recuérdese que según Periodistas Sin Fronteras, Costa Rica es el país con mayor libertad de prensa de Latinoamérica) pasando por comedias relajadas o clásicos del teatro contemporáneo, como las obras de García Lorca.
El teatro en Costa Rica es un fenómeno cultural muy vivo con una enorme capacidad creativa y que cosecha los aplausos del público a todo lo largo y ancho del país.