La Revolución cubana en la década de 1950 tuvo un enorme impacto en la sociedad cubana y en la forma en la que está estructurada. El Partido Comunista de Cuba ha tenido un control completo sobre todas las facetas de la sociedad y los negocios. Uno de los mayores éxitos de Cuba ha sido la implantación de un sistema de salud universal, que está considerado como uno de los triunfos del sistema posrevolucionario. La tasa de mortalidad infantil y materna son considerablemente más bajas que en los países comparables y la esperanza de vida es mejor que la de los Estados Unidos. El sistema educativo de Cuba está muy centralizado, con un fuerte plan de estudios de adoctrinamiento político e ideológico. Se espera que los estudiantes en Cuba se comprometan con los objetivos del Estado.
Oficialmente Cuba es un Estado laico y iglesias son consideradas como fuentes de actividad subversiva. Sin embargo, el gobierno reconoce el derecho del pueblo cubano a practicar cualquier credo religioso, siempre y cuando no interfiera con la doctrina del gobierno. El catolicismo sigue siendo la religión predominante, con más de la mitad de la población que se considera a sí misma católica. Otras religiones dignas de mención son la santería que se deriva de las prácticas transmitidas por los esclavos africanos, mezcladas con el catolicismo y otras creencias nativas americanas, y el protestantismo.
La mezcla que se ha producido en Cuba de las culturas americanas, europeas y africanas ha creado un país que es difícil de describir en pocas palabras. Con destacados artistas y personalidades creativas desafiantes ante el status quo y la exportación de la cultura cubana en el exterior, la sociedad cubana es un tesoro cultural. Como las relaciones entre Cuba y Estados Unidos comienzan a descongelarse, la sociedad cubana espera obtener la atención que se merece.