Naturaleza en Ecuador

La Costa del Pacífico del Ecuador, la cordillera de los Andes y la selva amazónica ofrecen diversos hábitats para una única y diversa variedad de especies de flora y fauna. Ecuador es, de hecho, uno de los países más ricos en especies del mundo. La flora y fauna ecuatoriana atrae a visitantes de todo el mundo.

Ecuador es un paraíso para los observadores de aves, un sin número de amantes de la avifauna acuden a este relativamente pequeño país cada año para observar a sus amigos con plumas en un entorno hermosísimo en el que los ansiosos visitantes pueden admirar a los codiciados cóndores andinos desplegando sus alas, con 3 metros de envergadura, los minúsculos colibríes revoloteando sobre la densa vegetación, los caranchos de cara naranja alzarse muy por encima del páramo, o cualquiera de las otras 1.600 especies de aves que tienen su hogar aquí.

La fauna de Ecuador se puede ver dentro de una amplia gama de climas y entornos naturales. Los ecosistemas forestales con nubes que se apiñan al pie de vastas extensiones montañosas muestran maravillosas colecciones de musgos y líquenes, un lugar donde miles de frenéticas mariposas y los pájaros paraguas (el toropisco amazónicao) viven entre la delicada flora envueltos en fina niebla. La audaz y decididamente hermosa planta Espeletia crece en el frío páramo de montaña. Los manglares cubren algunas zonas de los paisajes costeros tropicales. Adorables osos de anteojos, los relajados perezosos, los tapires tímidos y curiosos, las ranas arbóreas… todos residen en este país tan rico en vida silvestre que es un tesoro para los ecoturistas.

Situada a unos 1.000 kilómetros del territorio continental, las Islas Galápagos son también una parte de Ecuador. La ubicación aislada de este hogar de juguetones lobos marinos y tortugas gigantes ha ayudado a crear una muy conocida diversidad de especies endémicas.

Variedades exóticas de los animales, pájaros de vibrantes emplumados, alrededor de 25.000 especies de plantas y unos entornos geográficos dinámicos invitan a los atónitos observadores a respirar los aires brumosos y aromáticos de la selva tropical, contemplando las vistas panorámicas de las montañas andinas y explorar la fauna ecuatoriana.