La de los Reyes Magos es la tradición española más querida entre los niños durante la Navidad, se celebra anualmente el 6 de enero, conocido como el Día de Reyes.
Una vez terminan las fiestas de fin de año y empieza el Año Nuevo, en España aún queda el día más importante para todos nuestros niños. Cada año, el 6 de enero se celebra el Día de los Reyes Magos.
La tradición cuenta que los Reyes Magos fueron los encargados de ir al portal de Belén siguiendo una estrella que les indicaba el camino para ver al Niño Jesús, que acababa de nacer. Al llegar, estos tres magos le ofrecieron tres regalos: oro, incienso y mirra. Por esto, cada año, cuando se acerca la Navidad, todos los niños empiezan a escribir sus cartas a alguno de los reyes (o a los tres): Melchor, Gaspar y Baltasar.
En estas cartas, los niños le cuentan a los Reyes lo bien que se han portado durante todo el año anterior y les piden los regalos que les gustaría tener el 6 de enero. Se supone que, cuanto mejor se haya portado el niño durante el año, mejor será el regalo que reciba esa mañana. Pero todos los niños saben que, si se han portado muy mal, corren el riesgo de recibir un trozo de carbón.
Los Tres Reyes Magos viajan en camello cada año desde Oriente para visitar a todos los niños. Cuando llegan a España, ya pasada la Nochevieja, van recorriendo cada uno de los pueblos en las cabalgatas para poder escuchar las peticiones de los niños y recibir sus cartas. En la noche del 5 de enero, después de haber visto la Cabalgata de Reyes de la ciudad, los niños se van corriendo a sus casas para poder limpiar sus zapatos y colocarlos en un buen lugar del salón. Solo de esta forma, los Reyes sabrán a quién dejar cada regalo.
Como vienen de muy lejos y los Reyes tienen mucho trabajo durante la madrugada del 5 al 6 de enero, todas las familias tienen la costumbre de dejarles un poco de agua, de turrón o de leche para que recuperen fuerzas ellos y sus camellos.
Así, cuando llega la mañana del 6 de enero, Día de Reyes, los niños de cada casa se levantan nerviosos más temprano de lo habitual para ir corriendo al lugar en el que dejaron sus zapatos y descubrir qué regalo les han hecho Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Además, todos descubren con alegría que ya no queda agua y que el turrón se lo han comido, signo de que los reyes han recobrado bien sus fuerzas para volver a casa.
De esta forma, en el Día de Reyes, la ilusión inunda cada casa y hace que, poco a poco, todo el mundo sepa que la Navidad ya ha terminado… hasta el año que viene.