Animales Españoles

España tiene una importante diversidad geográfica y climática, lo que significa que en nuestro país existe una gran variedad de animales autóctonos.
Los climas en España comprenden el oceánico, en el noroeste y norte del país, el de alta montaña en los Pirineos, el mediterráneo seco-árido en zonas de Alicante, Murcia y Almería, el mediterráneo-continental –el más predominante de la península Ibérica y característico de las zonas españolas de interior–, el mediterráneo a lo largo de la costa este, las islas Baleares y la mayor parte de Andalucía, y por último el subtropical, propio de las islas Canarias.

Debido a esta variedad climática, a lo largo de la geografía española se pueden encontrar ecosistemas como el bosque oceánico de hoja caduca, el bosque mediterráneo de hoja perenne, zonas arbustivas como la garriga y la maquia, bosques de alta montaña, costas, humedales, desiertos, estepas y laurisilva, un tipo de bosque húmedo que en la actualidad solo existe en las islas Canarias y en las islas portuguesas de Madeira y Azores.

Como consecuencia lógica de este abanico de ecosistemas tan amplios, los animales y plantas españolas son muy diversos. Dentro del continente europeo, en España se encuentra el número más alto de especies de animales vertebrados, 570 y de plantas vasculares (7600) de todos los países europeos. El número total estimado de especies de seres vivos, tanto vegetales como animales, es de 85.000. Alrededor de un 30% de las especies endémicas europeas se dan en España: esto es, solo se encuentran dentro de su territorio. Quizá el ejemplo más conocido de especie endémica en el territorio español sea el lince ibérico, pero donde más se encuentran es en las islas Canarias, por su geografía aislada, y en concreto en Tenerife.

España también ha declarado como reservas naturales una considerable cantidad de territorio, con el objetivo de preservar y proteger la vida silvestre. De acuerdo con el Anuario 2016 del estado de las áreas protegidas en España, más de una cuarta parte del territorio español está dedicado a la conservación de nuestras especies. El país ha alcanzado un 27% de protección terrestre, bastante por encima del 17% que fija el Convenio de Diversidad Biológica, y con un 8% de protección marina se acerca al 8% que establece dicho Convenio.

Estas buenas cifras guardan una estrecha relación con el desarrollo de la Red Natura 2000: dentro de Europa, España es el estado con una mayor contribución a esta red, en la que se incluyen los 15 parques nacionales, los 151 parques naturales, las 290 reservas de la naturaleza, 56 paisajes protegidos y 346 monumentos naturales. Así que es muy probable que, si eres un amante de la naturaleza, tengas un buen lugar en el que disfrutarla al máximo a muy poca distancia de la localidad que elijas para estudiar español.

Entre los animales autóctonos de España hay una gran variedad de ciervos, cabras ibéricas silvestres, tortugas, murciélagos, serpientes y pequeños reptiles y anfibios. Debido a la ubicación clave de España para las aves migratorias que viajan desde Europa a África, es el hogar de un gran número de especies y un sitio ideal para la observación de pájaros. Entre las aves autóctonas españolas encontramos buitres, águilas, milanos, avutardas, cigüeñas y flamencos.

Los animales más grandes de España son en su mayoría especies nativas en peligro de extinción. El oso pardo cantábrico se divide en dos núcleos de población: el oriental, con en torno a 40 ejemplares, enfrentados a diversas dificultades que amenazan su supervivencia, y el occidental, con aproximadamente 200 ejemplares. 62 de estos osos son crías, la mayor cifra alcanzada desde que se empezaron a tomar medidas proteccionistas. Se trata de una especie un poco más pequeña que otros osos pardos europeos. Por su parte, el oso pardo pirenaico español se ha extinguido, al darse por muerto su último ejemplar en 2010.

El lobo ibérico tiene un tamaño mediano y, en la actualidad, sobrevive en poblaciones estables al norte del río Duero, y es una especie protegida al sur del río, donde forma pequeños grupos poblacionales frágiles. Este animal solía estar presente en toda la península Ibérica, pero las persecuciones sufridas a lo largo de las primeras décadas del siglo XX redujeron drásticamente su distribución. El número total de lobos en la España actual ronda los 2.800 ejemplares, gracias a las políticas y medidas de protección implantadas a comienzos del siglo XXI, y ha reaparecido, por ejemplo, al norte de la Comunidad de Madrid, después de más de sesenta años sin tener constancia de su presencia en la región. A lo largo de los últimos 30 años, la población de los lobos ibéricos ha ido aumentando, así como su expansión.

El lince ibérico, con una población estimada de menos de 600 ejemplares en libertad repartidos entre Andalucía y Castilla-La Mancha, es la especie de felinos más amenazada del mundo. Vive en zonas de matorral y bosque mediterráneo, aisladas de la actividad humana, y su alimento principal es el conejo. Sus cifras de población han crecido en los últimos años gracias a las medidas especiales de protección y de reintroducción.

FAUNA SALVAJE ESPAÑOLA EN PELIGRO


De acuerdo con la tristemente famosa Lista Roja de 2009, creada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la península Ibérica y las aguas circundantes son el hogar de 227 especies en peligro de extinción. Entre ellas hay 16 mamíferos, 15 aves, 19 reptiles, 6 anfibios, 61 peces, 26 moluscos, 35 invertebrados y 49 especies de plantas.

La superpoblación de las zonas costeras ha llevado a algunos animales, como la foca monje y el águila pescadora, a enfrentarse al peligro de extinción, mientras que los humedales españoles se han reducido drásticamente, lo que ha puesto en riesgo el hábitat de numerosas especies. Algunos animales se han adaptado a los siglos de desarrollo humano y al cambio de las técnicas de cultivo, mientras que otros tales como roedores, murciélagos, salamandras y aves se han visto muy afectados. Otras amenazas que ponen en peligro la fauna española son la contaminación, como son los residuos de plaguicidas industriales, los plásticos, los gases tóxicos o los desechos tóxicos, y el fuego. Entre 10 y 20 millones de hectáreas se queman cada año en el país.

A pesar de los esfuerzos de conservación, muchos animales autóctonos españoles están al borde de la desaparición. Entre los animales en peligro de extinción encontramos: el lince ibérico, la especie felina más amenazada del mundo, la foca monje del Mediterráneo, el lagarto gigante de El Hierro (Islas Canarias) y los mejillones de agua dulce de Spengler. La vida silvestre endémica en peligro de extinción de España incluye a la liebre de Castroviejo o de piornal, la musaraña canaria, la musaraña de Osorio y el murciélago orejudo canario. Otros animales en peligro de extinción regional en España son el oso pardo cantábrico y varias especies de ballena y de murciélago, entre otros.

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