Es posible que, cuando piensas en la música en español, el flamenco sea lo primero que te venga a la cabeza. Este género musical único, de orígenes populares pero alcance cultural universal, y estrechamente ligado al baile, está asociado con España y, en especial, con Andalucía. El guitarrista Paco de Lucía y los revolucionarios cantaores Camarón de la Isla o Enrique Morente han contribuido a renovar el género y a darle una difusión internacional muy importante. Aunque estamos seguros de que te encantará conocer a estos artistas, y a muchos de los que hacen flamenco en su vertiente más pura, la propia naturaleza desgarrada de esta expresión artística puede hacer que te cueste mucho entender las palabras… por no hablar de reproducirlas cantando. Así que puedes optar por una versión más ligera, ya que muchos cantantes y solistas españoles han fusionado exitosamente la tradición flamenca y el pop: Raimundo Amador, Ketama o Rosario Flores son algunos de ellos.
Otra de las aportaciones españolas con mayor éxito internacional es la que nuestros compositores e intérpretes líricos han hecho a la música clásica: algunos cantantes de ópera mundialmente reconocidos son la soprano española Montserrat Caballé, y tenores como Plácido Domingo, José Carreras y el fallecido Alfredo Kraus. Pero, de nuevo, no solo no es fácil reproducir lo que hacen con sus cuerdas vocales, sino que el repertorio lírico no suele estar escrito en español. Así que te recomendamos escuchar las grabaciones de estos cantantes –y las obras de compositores como Albéniz, Manuel de Falla o Pau Casals– para conocer mejor la cultura musical española y, tal vez, como música de fondo para cuando repases tus ejercicios de gramática.
La denominada música popular española comenzó a difundirse a finales del siglo XIX gracias al desarrollo de la industria fonográfica y las primeras grabaciones folclóricas. Géneros como la copla andaluza, el cuplé o el bolero se hicieron enormemente populares durante las primeras décadas del siglo XX, y se mantuvieron en alza hasta la década de los 60. Este tipo de canciones melódicas solían estar interpretadas por un cantante, acompañado de una orquesta o de instrumentos pop. Las baladas se convirtieron en uno de los formatos favoritos, con su temática romántica, y algunas de sus estrellas españolas más conocidas son Raphael, Camilo Sesto, Nino Bravo, Rocío Dúrcal o, por supuesto, Julio Iglesias. Este género musical estaba influido, sobre todo, por la música francesa e italiana.
Es a partir de 1964 cuando comienza la denominada «invasión británica», que pone de moda los grupos o conjuntos, como se llamaban entonces, influidos por el rock y el pop anglosajón. Es también esta la década en la que los primeros éxitos pop españoles empezaron a conseguir cierta notoriedad más allá de nuestras fronteras. La primera canción en lograrlo fue Black is black, de Los Bravos, aunque tal y como permite suponer su título no estaba cantada en español, sino en inglés. Número uno en Canadá, 4 en Estados Unidos y versionada en francés por Johnny Hallyday, es una de las primeras muestras de la influencia que la música anglosajona comenzaba a ejercer en los creadores españoles.
Durante las décadas de los sesenta y los setenta, el festival de Eurovisión logró popularizar a algunos artistas y canciones que participaron representando a España y, de paso, proporcionó auténticos himnos para los karaokes que han mantenido su éxito hasta hoy. La, la, la, escrita por el Dúo Dinámico, dio la victoria a Massiel en 1968, pero la canción que alcanzó mayor repercusión gracias al festival ha sido, sin duda, Eres tú, de Mocedades, que quedó segunda en 1973 y alcanzó la máxima puntuación para España de la historia del concurso. Además de ser uno de los pocos temas de un artista español que han entrado en el Billboard estadounidense (donde se mantuvo durante 17 semanas y alcanzó el puesto número 9), de ella se han hecho más de setenta versiones en diferentes idiomas. Así que es posible que, sin ser consciente de ello, la hayas tarareado alguna vez.
La década de los setenta estuvo marcada por la consolidación de la canción protesta, con su crítica muchas veces velada a la dictadura franquista, su defensa de los desfavorecidos y la reivindicación de la cultura popular, con artistas como Lluís Llach, Joan Manuel Serrat.
Otro momento importante en la historia de la música en español fue el movimiento contracultural bautizado como la Movida Madrileña, surgido en torno a 1980 en la capital, y en el que se perciben las influencias del punk y la new wave británicas. La Movida representó una ruptura radical con los convencionalismos propios de la dictadura franquista y también tuvo su representación en otro tipo de manifestaciones artísticas, como las primeras películas de Pedro Almodóvar o el programa musical de televisión La edad de oro. Algunos de sus grupos y cantantes más representativos son Radio Futura, Nacha Pop, Los Secretos, Tino Casal o las sucesivas formaciones en las que tomó parte la vocalista Alaska, como Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides o Alaska y Dinarama.
¿Y qué hay de la música española de los últimos años? También existe, pero quizá es menos conocida. Y (te lo aseguramos) va mucho más allá de la omnipresente e incombustible Macarena, que traspasó todas las fronteras a principios de la década de los 90.
En sus vertientes más comerciales, el pop y el rock se entrelazan a veces con ritmos latinoamericanos, o tienen una inspiración más anglosajona. Un ejemplo del primer caso sería la carrera de Enrique Iglesias, con una amplia proyección internacional; en el segundo, destacan grupos como Amaral o Vetusta Morla. Este último ha celebrado el concierto más multitudinario hasta la fecha de un artista español, con 38.000 asistentes. En los últimos años, géneros como el hip-hop o el trap han encontrado su lugar en la escena musical española, con cantantes como La Mala Rodríguez.