La siesta en España es una famosa tradición que consiste en dormir entre unos 15-30 minutos generalmente después de la comida.
La siesta en España es una tradición que todo el mundo conoce, pero que pocos llevan a la práctica.
La comida española del mediodía es el momento en el que más se come de todo el día. Poca gente se toma el desayuno en serio, incluso muchos no lo hacen, y la cena suele ser algo ligero a última del día. Por eso, después de la comida del mediodía, la mayoría de la sangre del cuerpo se centra en el estómago con el fin de hacer una buena digestión. Así que, como es natural, el cerebro entra en un estado de somnolencia que provoca cansancio.
Esto, unido a las altas temperaturas que suele haber en España a mediodía, especialmente en los meses de verano, hace que realizar cualquier trabajo o que desarrollar cualquier actividad ya sea mental o física sea una labor complicada.
Como respuesta fisiológica a la actividad diaria, entre las 13.00 y las 15.00 horas, se produce una caída del estado de alerta, ya que lo común es que hayan pasado ya las suficientes horas desde que te levantaste como para que el cerebro empiece a estar cansado.
Por todo esto, en España tenemos la costumbre de echarnos la siesta después de comer. Esto hace que la mayoría de los negocios y tiendas, cierren entre las 14.00 y las 16.00 para que sus empleados se vayan a casa a comer y para evitar el calor del mediodía mientras se trabaja. Y aunque en España estemos muy acostumbrados a esta pausa y sus horarios, para los extranjeros es causa de frustración, ya que muchos cuentan con pasear por la ciudad o aprovechar para hacer compras a esas horas.
Entre los años 80 y los 90, la NASA realizó un estudio con pilotos de aviones para descubrir si realmente la siesta tenía tantos beneficios como los que se hablaban o no. Hicieron dos grupos de pilotos: unos dormirían una siesta de 40 minutos durante varios días y otros no. Con ello, demostraron que la actividad cerebral de los pilotos que dormían era mucho mejor y más ágil que la de los que no la dormían.
Realmente, diferentes estudios recomiendan descansar en la siesta un tiempo de entre 20 y 30 minutos. Este es el tiempo ideal para reducir la somnolencia, favorecer el estado de alerta, mejorar el funcionamiento cognitivo, los tiempos de reacción y el estado de ánimo. Además, también es buena la siesta para reducir la presión arterial, con lo que ayuda al corazón.
Así que, después de esto, ha llegado el momento de aprovechar el día de hoy para tomar una siesta. Pero antes, algún consejo útil para echar la siesta:
- Busca un lugar tranquilo, con una temperatura agradable.
- Es importante que haya silencio o, como mucho, ruido blanco. Es decir, si no puede haber silencio total, lo mejor es que a tu cerebro solo le lleguen ruidos como el del ventilador, la lavadora, el aire acondicionado…, así no estará en funcionamiento todo el tiempo para recibir información.
- Es mejor echarse la siesta tumbado, ya que es la posición natural del sueño y la mayoría de los músculos podrás relajarse, al contrario que cuando estás sentado.
- Y si quieres despertarte lleno de energía y no más cansado que cuando te acostaste, échate una siesta de entre 20 y 30 minutos, no la alargues innecesariamente.
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