Se acerca una de las noches más mágicas del año en la que el fuego, el agua y las tradiciones ancestrales se aúnan para dar la bienvenida al solsticio de verano en la noche más corta del año: la noche de San Juan.

Si quieres estar preparado con todo lo que te ofrece este 23 de junio, continúa leyendo en español o, si no te atreves a 'poner la mano en el fuego' por tu dominio del español, haz clic aquí para cambiar a la versión en inglés.

La noche de San Juan cautiva tanto a jóvenes como a mayores, ya que su origen atrae por razones que van más allá de la celebración cristiana que lleva por nombre. Si bien es cierto que es nombrada “noche de San Juan” para conmemorar el nacimiento de San Juan Bautista, su origen se remonta a los ritos paganos que festejaban la llegada del solsticio de verano encendiendo hogueras para “darle más fuerza al sol” ya que, a partir de esta fecha, “se va debilitando” al ir haciéndose los días más cortos hasta el solsticio de invierno.

Ya sea por una razón o por otra, en los países europeos en los que se celebra, la festividad mantiene su elemento más característico: la realización de hogueras de fuego para purificarse, alejar a los malos espíritus y dejar atrás las cosas negativas ocurridas durante el año. Para lograrlo existen rituales como quemar objetos viejos o figuras de personas, pero cada lugar tiene sus propias tradiciones.

Alicante, Comunidad Valenciana

Si vamos a hablar de hogueras, solo podíamos empezar por Las Hogueras de Alicante, también conocidas como ‘Les Fogueres de Sant Joan’. Famosos por su tradición fallera no es de extrañar que en la Comunidad Valenciana lo celebren durante 4 días, del 20 al 24 de junio, convirtiéndose en el epicentro de esta festividad y siendo Fiesta de Interés Turístico Internacional. Además de la quema de figuras gigantes hechas de madera y cartón en las hogueras, la fiesta se llena de ofrendas de flores, desfiles, encuentros gastronómicos y fuegos artificiales en la playa del Postiguet.

Málaga, Andalucía

Es la noche de las moragas y los malagueños lo saben. Miles de ellos acuden a las playas con ganas de pasarlo bien durante toda la noche equipados con madera para las hogueras, comida, buena música y buena compañía. Con la llegada de la medianoche y con las hogueras ya encendidas, comienzan los concursos de saltos, la quema de los “júas” (muñecos de trapo rellenos de papel o serrín que representan a algún personaje popular), la quema de papeles en los que se escriben deseos y el momento de bañarse en el agua o de lavarse la cara para conservar la belleza. Y todo esto acompañado de unos buenos espetos de sardinas en Málaga.

Buenos Aires, Argentina

Sin embargo, si celebramos la noche de San Juan en Buenos Aires, tendremos más horas para disfrutarla ya que se allí se celebra la noche más larga del año, el solsticio de invierno. Por lo demás, las tradiciones tras la llegada de los primeros cristianos al nuevo mundo son, en esencia, iguales a las del viejo continente.

En los barrios se encienden hogueras, o fogaratas, para quemar figuras apodadas “Judas”, quemar deseos y cocinar unos ricos boniatos acompañados de amigos y familiares.

Y tú, si estás deseando sentirte atrapado entre la magia y el misticismo de esta celebración tienes dos opciones: o quemas un papel con el deseo escrito y esperas sentado a que se cumpla o te apuntas a un curso de español y vives tu sueño en primera persona.

Muchos, cuando piensan en los meses de invierno, se les viene a la cabeza los jerséis, los muñecos de nieve y las conversaciones junto a la hoguera. En artículos anteriores, hemos hablado de costumbres españolas que celebran la navidad y de los mejores sitios para practicar esquí. Sin embargo, hay un lugar en el que el tópico da la vuelta: Argentina.

Si vives en Norteamérica, Europa o Asia, a estas alturas del año ya estarás cansado de pasar frío. ¿Te gustaría escapar de las bajas temperaturas? Para refugiarte en un clima veraniego en el que, además, puedes aprender español, Argentina es tu mejor baza.

A continuación, nos teletransportamos a Argentina para darle la espalda al invierno y te mostramos dónde ir para aprovechar al máximo su Sol de Mayo.

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En enero, a la playa

Sí, suena raro. Pero enero es el pico de la temporada alta de verano en las playas argentinas. Con más de 5000 km de costa, este país ofrece una gran variedad de playas de norte a sur, que beben de las aguas del océano Atlántico.

Su litoral tiene opciones para todos los gustos. Mar del Plata es uno de los puntos más animados, con una oferta gastronómica y festiva prácticamente inagotable. Si te gustan las aguas bravas, Miramar es una de las ciudades surferas por excelencia. Para desconectar del estrés urbano y disfrutar de parajes verdes y tranquilos, te recomendamos las playas de Cariló.

Para los montañeros

Cuando se habla de vacaciones, siempre hay gente que confiesa ser más de montaña. El verano es el mejor momento del año para disfrutar de una buena acampada en el bosque, domar los rápidos de un río o practicar escalada. ¡Y en Argentina puedes hacerlo en enero!

Córdoba es una de las mejores provincias para hacer todo esto. Algunas de sus ciudades, como Villa Carlos Paz, dobla su población durante los meses estivales. Rafting, trekking y senderismo en uno de los mejores destinos para hacer turismo de aventura.

Un verano cosmopolita

Aunque parezca extraño, los meses de verano son uno de los mejores momentos para hacer turismo intensivo en la capital. Es cierto que Buenos Aires sufre temperaturas bastante altas de diciembre a marzo. Sin embargo, este pequeño inconveniente tiene una ventaja: sus calles están notablemente más vacías, ya que muchos de sus habitantes se desplazan a zonas más templadas.

Esto te permitirá visitar sus monumentos y participar en sus festivales de una manera mucho más desahogada. El cine al aire libre, Buenos Aires Playa o la reserva ecológica son algunas de las propuestas más populares para disfrutar en la calle. También puedes aprovechar para visitar los museos de la capital sin colas ni agobios.

Si te animas a cambiar la bufanda por el bañador, ¡Argentina te está esperando! Además de unas vacaciones inolvidables, podrás vivir una experiencia única de inmersión lingüística y mejorar tu nivel de español con nuestros cursos en Buenos Aires y en Córdoba.

¡Te esperamos en Argentina!

¿Sabes qué es lo mejor que puedes hacer en Guanajuato? Dejar tu mapa en casa y seguir el camino que marquen tus pies a través de las laberínticas calles del casco antiguo, donde te quedarás impresionado con cada colorido edificio, con sus plazas arboladas y con sus encantadores cafés que encontrarás a la vuelta de cada esquina. Pero tanto caminar y tanto explorar la ciudad puede llegar a ser cansado, especialmente cuando sabes que no hay playa cerca. Por eso, aquí tienes cinco maneras de evitar que el calor pueda contigo y de conseguir sacar el máximo a tu experiencia en Guanajuato.

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Pasea por las calles con serenatas

Callejoneadas son una divertida tradición nocturna única en el estado de Guanajuato. Un grupo de músicos vestidos de época te acompañarán en un tour nocturno por las calles y plazas de la ciudad mientras tocan las canciones más típicas de Guanajuato y de otras regiones de México. También te contarán chistes y leyendas históricas sobre los lugares que vas a ir viendo. Muchos de los edificios de Guanajuato están iluminados de noche, por lo que es un modo perfecto de ver la ciudad con temperaturas más frescas y de disfrutar la música en directo al mismo tiempo.

También es una muy buena oportunidad de practicar tu español, ya que estos tours tradicionales normalmente se exponen en español. (Por supuesto, la mejor manera de mejorar tu español durante tu viaje a Guanajuato es ¡con un curso de español en don Quijote!)

Hay tres lugares distintos en los que puedes encontrar tu callejoneada: encuentra el hombre y a la mujer vestidos de manera tradicional en el Jardín de la Unión, en la Plaza Central o en las escaleras del Teatro Juárez. Normalmente, dura unas dos horas.

“Nieve” recién hecha

La Garrafa Nieves hace su delicioso helado o nieve, como se llama en México. Los sabores locales van mucho más allá del chocolate y la vainilla: prueba el de queso, beso de ángel (¿quién sabe si los besos de los ángeles saben como las cerezas y las nueces?), tequila o cualquier otro tipo de fruta que se te ocurra. Su céntrica localización está en la preciosa Plaza de la Paz, también conocida como la Plaza Mayor, lo que hace que este local sea un lugar ideal para darse un merecido y refrescante premio y para descansar de la caminata por la ciudad en los calurosos días de verano.

Fiestas en el agua

Si estás en Guanajuato a finales de junio, ¡estás de suerte! Dirígete hacia la zona suroeste de la ciudad, en concreto, hacia la Presa de la Olla, una presa construida en la década de 1740 para abastecer de agua potable a la ciudad.

Cada año, alrededor del 24 de junio, la reserva se convierte en el lugar para celebrar las Fiestas de San Juan, ya que la Presa de la Olla se llena de música, bailes, carreras, juegos y mucha comida y bebida. En cualquier otro momento del año, la reserva es un lugar tranquilo para remar en botes sobre el agua, divertirse en los campos verdes y probar la cocina local en uno de los restaurantes o puestos de comida. Incluso si te pierdes el festival de junio, puedes divertirte cada domingo en el mercado Embajadores con música, comida y una atmósfera estupenda.

La ciudad al atardecer

Cuando el día comienza a refrescar, date un paseo por detrás del Teatro Juárez y súbete a la red funicular, sube la ladera de la montaña hasta el mirador más alto de Guanajuato, el Monumento Pípila. Además de sus increíbles vistas panorámicas de la ciudad, hay una enorme estatua de El Pípila, un héroe local que se ganó la fama en 1810 a comienzos de la Guerra Mexicana de la Independencia, cuando quemó el almacén de grano (Alhóndiga de Granaditas) después de que los españoles se metieran en barricada en el interior. Sube al mirador un poco antes de la puesta de sol para ver los brillantes colores de la ciudad antes de que se esconda y de que comiencen las mágicas luces que iluminen la ciudad de noche.

Donde el sol no pueda encontrarte

Imagina dejar el calor atrás mientras vas unos 200 metros bajo tierra. Para adentrarte en la historia más profunda de Guanajuato, hazte un viaje a Mineral de Pozos, también conocido como San Pedro de los Pozos, una ciudad fantasma que en otro tiempo fue el centro neurálgico gracias a sus minas de oro, plata, cobre y cinc. Además de su belleza, los edificios de piedra derruida y adobe en el desierto han hecho que sean un escenario ideal para rodar películas, aunque no fue hasta 1990 que los artistas no comenzaron a llegar a la ciudad atraídos por sus paisajes. Más tarde, en 2012, Mineral de Pozos fue considerada como una de las Ciudades Mágicas de México, lo que hizo que llegase una nueva energía con hoteles, restaurantes, tiendas y galerías de arte preparadas para alojar visitantes. Te divertirás en lo más profundo de sus minas o simplemente caminando o montando en bici por las ruinas de la ciudad, donde parece que se ha detenido el tiempo.

Oaxaca es completamente diferente del típico destino de playa en México; pero aunque no vayas a encontrar olas ni arena, se compensa con su gran oferta cultural. Este paraíso culinario entrelaza tradiciones milenarias en el colorido tapiz de una ciudad moderna, famosa por su mezcla única de arte contemporáneo y artesanía tradicional.

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Sabores legendarios

Conocida como la tierra de los siete moles, Oaxaca ofrece una cocina que atrae a turistas procedentes de todo el mundo. Si ya has probado la salsa mole –con su característico color marrón oscuro achocolatado– fuera de México y has llegado a la conclusión de que no es para ti, te animamos a que le des otra oportunidad. Encontrarás siete deliciosos tipos para elegir: negro (el más famoso), amarillo, coloradito, verde, chilchilo, rojo (el más picante), y manchamanteles. Al contrario de la creencia popular, no todos los moles llevan chocolate, ¡así que no hace falta que mezcles dulce y salado si no quieres!

Hablando de chocolate: Oaxaca es un paraíso para los adictos al cacao. Aunque no es una región donde se cultive a gran escala, el romance de Oaxaca con el cacao tiene ya miles de años. El chocolate caliente oaxaqueño es una bebida apropiada tanto para ocasiones especiales como para el día a día, y es perfecta para dar calidez a tu día. Mayordomo y La Soledad son dos instituciones del chocolate, con tiendas y puestos en los que muelen los granos de cacao para ti.

Prueba estas y otras delicias locales, como tamales, tlayudas (a veces también las llaman pizzas oaxaqueñas), chapulines (¡saltamontes picantes!), quesillo y muchas otras en los mercados típicos de Oaxaca.

Mercados mexicanos

Si te encanta la comida y quieres echar un buen vistazo a todas las opciones, dirígete al Mercado de Abastos, al Mercado de Benito Juárez o al Mercado 20 de Noviembre y déjate sorprender. Los amantes de la carne no pueden perderse el pasillo de carnes asadas de este último mercado, en el que podrás escoger la carne cruda y las especias que prefieras y ver cómo las asan con verduras sobre carbones, y te las sirven en un cestillo con salsas y tortillas de maíz. Estos mercados a menudo venden también llamativa artesanía, flores y otros productos que van más allá de la comida, lo que hace que sean el lugar perfecto para ir de compras antes y después de comer. También deberías acercarte a la ajetreada Central de Abastos, un enorme y animado mercado al aire libre.

Un arte sorprendente

Gracias a su numerosa población indígena, Oaxaca cuenta con una vibrante tradición de arte popular. Algunos ejemplos son la bonita cerámica de barro negro, los tapetes y las prendas bordadas o los alegres alebrijes, animales fantásticos hechos de madera tallada y pintada de colores brillantes, que encontrarás en mercadillos y puestos repartidos por toda la ciudad. El Mercado de Artesanías es un buen sitio para empezar.

Mientras recorres la ciudad, encontrarás abundante arte urbano, mucho del cual tiene un mensaje político. Aunque no hables español (¡algo que puedes remediar en la escuela de don Quijote!) y no puedas comprender todo el mensaje, te encantarán sus vibrantes colores y su fuerza visual.

El Espacio Zapata, fundado por la Asamblea de Artistas Revolucionarios de Oaxaca (Asaro) durante las protestas políticas de 2006, es un taller y galería que organiza exposiciones, eventos y talleres, y los murales que decoran su exterior están en constante cambio.

También encontrarás un buen número de galerías de arte con una mezcla de arte contemporáneo y tradicional, que podrás ir visitando según te las vayas encontrando en tu camino. Si prefieres ir con un destino determinado, pon rumbo a alguno de los numerosos museos de arte de Oaxaca, cuyas colecciones van desde la época precolombina hasta las piezas futuristas.

Excursiones increíbles

Si te apetece darte un baño con vistas a un frondoso valle, sumergirte en aguas termales naturales y contemplar una cascada petrificada en la distancia, no busques más: las piscinas de Hierve el Agua están a un trayecto de una hora en autobús. Es el sitio perfecto para un chapuzón y admirar la belleza natural de los alrededores.

Para aprender más sobre las civilizaciones precolombinas, Monte Albán es algo que no te puedes perder. Situada a menos de media hora de Oaxaca, esta ciudad fue el hogar de los olmecas, los zapotecas y los mixtecas durante un periodo de más de mil años, y alcanzó los 25.000 habitantes durante su apogeo como capital zapoteca.

Recuerda que todas estas sugerencias son solo el principio: ni siquiera hemos mencionado la plaza central de Oaxaca, su arquitectura colonial, sus festivales ni su cultura del mezcal. ¡Tendrás que ir a Oaxaca para descubrirlo por ti mismo!

Museos, parques, restaurantes para todos los gustos (y bolsillos), una vida nocturna de lo más divertida, diferentes zonas para salir de compras, mercadillos y festivales en los que pasarlo bien… ¡Madrid tiene de todo! O, al menos, casi de todo; como coreaba una exitosa canción de la década de los ochenta, “aquí no hay playa”… y cuando el termómetro se acerca a los 40 grados un mediodía de verano, es importante tener un plan B para refugiarnos del calor.

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A continuación, te proponemos unos cuantos planes para pasar el vernao en Madrid.

Busca tu parque preferido

Sin duda, el parque más famoso de la capital de España es El Retiro. Dejando de lado la soleada y concurrida zona del estanque, sus senderos sombreados ofrecen el respiro perfecto en las horas centrales del día. Pero Madrid cuenta con muchos otros parques, así que, ¿por qué no aprovechar el verano para encontrar tu favorito?

El parque del Oeste es el más cercano a la escuela de español en Madrid de don Quijote. En este parque puedes admirar un auténtico templo egipcio o tomar el teleférico para ver Madrid desde las alturas; incluso llegar a la Casa de Campo, el espacio verde más grande de la capital, que es perfecto para hacer deporte, remar en el lago o hacer una visita al Parque de Atracciones. Otra opción es Madrid Río, donde puedes hacer una ruta en bici, ir sobre patines o acabar visitando una exposición en el Matadero.

Si prefieres un plan tranquilo, toma la línea 5 de metro para llegar hasta el parque del Capricho, un jardín romántico que está lleno de sorpresas, que van desde un fuerte en miniatura, al búnker donde se refugió el gobierno de la República durante la Guerra Civil.

¡Al agua, patos!

Sí, ya lo sabemos… en Madrid no hay playa. Pero las numerosas piscinas que encontrarás en la capital y en sus alrededores son la mejor alternativa cuando el calor aprieta. Si necesitas algo que esté cerca, tu mejor opción serán las piscinas públicas municipales, repartidas por los diferentes barrios y municipio. Y, si no te importa ir un poco más lejos, te recomendamos hacer una excursión hasta las piscinas naturales de Cercedilla, a algo menos de una hora en coche, o las de Rascafría, unos quince minutos más lejos.

Si te apetece algo más elegante (aunque también más caro), muchos hoteles céntricos de Madrid permiten pasar una jornada a remojo en sus piscinas. Una de las más conocidas es la que está situada en la última planta del Hotel Emperador, en plena Gran Vía, y que ofrece unas vistas panorámicas de Madrid sencillamente espectaculares.

Cultura refrescante

Uno de los muchos museos de Madrid puede ser la combinación ideal para una tarde calurosa de verano: un buen aire acondicionado, entretenimiento y cultura todo en uno. Seguramente ya sabes que la capital española cuenta con uno de los mejores museos de pintura europea del mundo, El Museo del Prado. Aunque si prefieres el arte contemporáneo, el Museo Reina Sofía está a escasos diez minutos del Prado y ocupa un antiguo hospital, con un fresco patio en el que hacer un alto entre sala y sala.

Anímate a ir más allá y adéntrate en otros museos menos conocidos. El Museo Cerralbo es un coqueto y lujoso palacio del siglo XIX; el Museo ABC organiza interesantes exposiciones de ilustración. El Museo Sorolla ocupa la casa y estudio del pintor en Madrid, y tiene un bonito jardín con fuentes, y el Museo del Traje, ubicado junto al parque del Oeste, te permite hacer un recorrido por la historia de la ropa.

¿Quieres algo diferente? Andén 0 es la antigua estación de metro de Chamberí, que fue cerrada al público en 1966 y se conserva tal y como era entonces, y la Nave de Motores de Pacífico es una auténtica central eléctrica de la década de los 20.

Únete a la fiesta

Si hay algo que caracteriza al verano en Madrid, es la sucesión de fiestas que recorren los barrios de la ciudad y que se alargan hasta entrada la noche. Vive una experiencia de lo más castiza en la verbena de la Paloma, celebrada en la semana del 15 de agosto en La Latina, contemplando a los madrileños con sus trajes típicos de chulapos y aprendiendo a bailar un chotis (te lo prometemos: es el baile más fácil del mundo). Y participa en la fiesta más refrescante: la Batalla Naval de Vallecas está cerca de cumplir los 40 años de vida, y es una multitudinaria batalla de agua en la que acabarás tan empapado como feliz.

Quizá no es tan mala idea visitar Madrid en verano, ¿verdad? De hecho, te aseguramos que será de lo más divertido. Descubre a tu aire las terrazas de Madrid, el ambientazo del Mercado de Motores o los conciertos al aire libre que se celebran en los Jardines de Sabatini o en el Botánico de la Universidad Complutense.

“Todas las ciudades tienen su encanto. Granada el suyo y el de todas las demás” decía el poeta Antonio Machado. Pero, ¿habrá otra ciudad en el mundo a la que le pase lo mismo? Nosotros creemos que sí: Guanajuato.

Ambas ciudades comparten un espíritu, un ambiente que las hermana. Tanto en Granada como en Guanajuato encontrarás estrechas calles empedradas, pintoresca arquitectura, mucha historia… ¡y hasta un entorno universitario! Algo ideal si quieres aprender español.

En Granada, un palacio, La Alhambra, domina el horizonte; sobre él se alza en Guanajuato la Basílica de Nuestra Señora. Un detalle que, además, vincula este templo mexicano a la ciudad española es que en su interior se encuentra una escultura de la Virgen ¡traída desde Granada en 1577!

Si vamos más allá de la historia y nos centramos en la leyenda, nos llamará la atención un detalle curioso y es que, en ambas ciudades, existe una “Calle del beso”. Si bien en Guanajuato el nombre de esta calle se debe a una trágica historia de amor, en Granada la leyenda cuenta la historia de una joven fallecida que resucita gracias a un beso de madre. Pero lo importante es que, tanto en México como en España, podréis pasear por una colorida, tradicional y romántica calle.

Tras un paseo es normal tener apetito. Y, si hay algo que tanto en Granada como en Guanajuato se tomen en serio, es la gastronomía. Ya conocéis los buenos platos de la ciudad española, pero la mexicana no se queda atrás: su gastronomía es una de las más deliciosas del país. Tamales, chalupas, enchiladas, empanadas… pero hechas con un cuidado y un mimo que las alejan del típico restaurante de tacos rápidos de tu barrio, para acercarlas al buen hacer de una cocina casera. Y lo mejor de todo es que encontraréis estas delicias a buenos precios.

Que Guanajuato sea una de las ciudades más baratas para vivir se debe a que, al igual que Granada, es una ciudad universitaria. La mitad de la población guanajuatense tiene menos de 30 años, lo que también significa que hay numerosas opciones de ocio. ¿Quién sabe divertirse mejor con un presupuesto modesto que un estudiante? Una entrada de cine cuesta 60 MXN (casi 3€), una cerveza 30 MXN (1,4€), un refresco 12 MXN (casi 0,60€), una cena en un restaurante 150 MXN (casi 8€)… ¡Aprovecha y diviértete sin que tu bolsillo sienta miedo!

Pero si lo tuyo es recorrer rincones llenos de historia, en Guanajuato disfrutarás al igual que en Granada. Si en la ciudad española está presente el legado nazarí, el cristiano medieval, el renacentista… en Guanajuato verás construcciones prehispánicas como Cañada de la Virgen o Peralta. Y, dentro de la ciudad, te rodearán monumentos y edificios barrocos como el templo de San Diego o la misma Basílica; coloniales, como en la Plaza del Baratillo; de estilo neoclásico, como el teatro Juárez… No debe extrañarte que esta bonita ciudad haya sido declarada “Patrimonio de la Humanidad”.

Dos ciudades con encanto, que han visto el paso de los siglos y que nos ofrecen multitud de regalos para la vista, el paladar, el espíritu… ¿Qué mejores lugares hay para aprender español?

Si te interesa aprender español en Madrid con don Quijote este invierno, vas a tener que prepararte para un espectáculo único. Con las temperaturas frescas del otoño, la ciudad goza de una encantadora transformación: el aire se torna fresco, las camisetas y las sandalias se guardan y dan paso a sofisticados abrigos y botas, muchos platos, reconfortantes y calientes, y la vegetación urbana se tiñe de vivos rojos, naranjas y amarillos. Aparte de los típicos cambios estacionales, Madrid también ofrece divertidos eventos durante esta estación. Así que lleva tu experiencia de aprendizaje del español fuera de clase y presta atención a nuestra guía de las mejores cosas que hacer este noviembre en Madrid.

Deja que el clima guíe tu estómago

Comencemos por el tema favorito de todos: ¡la comida! La gastronomía española es conocida por su larga tradición de platos, tapas y bebidas estacionales (solo intenta encontrar una persona que beba gazpacho en invierto, ¡te desafiamos!). El tiempo, tan fresco, es perfecto para comer con cuchara y, como españoles, un buen y saludable cocido madrileño. El más famoso de la ciudad, el cocido madrileño, se cocina con garbanzos, verduras y carne. Otros platos calientes y tradicionales en Madrid son los callos (sí, son intestinos de vaca, pero confía en nosotros… ¡están deliciosos!) y la sopa de ajo.

Otro plato que debes probar es el famosocochinillode Segovia. A tan solo una hora de Madrid, la ciudad de Segovia te sorprenderá con su belleza medieval y, tras un estupendo paseo, podrás calmar tu estómago con esta especialidad local. Y si quieres que tu ruta gastronómica dé un paso más allá, ¿por qué no haces una reserva en Casa Botín? Reconocida por el libro Guinnes de los Récords como el restaurante más antiguo del mundo, Casa Botín fue fundada en 1725 y sus especialidades son platos típicamente madrileños y castellanos.

Y, por supuesto, no te olvides de probar los churros con chocolate, que son considerados parte de un desayuno típico en España… Porque no hay mejor manera de empezar un frío día de invierno que con churros y una buena taza de chocolate.

Disfruta de festivales gastronómicos únicos

Noviembre es un mes de eventos y festivales en Madrid, diseñados para satisfacer a todos los paladares. Si eres un amante del jazz, por ejemplo, te encantará el Festival Internacional de Jazz que tiene lugar a lo largo de todo el mes. Este festival no solo te ofrecerá más de 100 actuaciones musicales, también debates relacionados con el jazz, pases de películas y exposiciones. Por otro lado, el festival Madrid en Danza comienza el 18 de noviembre y destaca por su innovadora estética y su apuesta por la danza internacional y local.

Para los foodies, está MadrEAT, un mercado gastronómico al aire libre en el que tendrás a tu disposición más de 20 camionetas especializadas en comida gourmet y cerveza artesanal. MadrEAT tiene lugar en los jardines de AZCA durante el tercer fin de semana de noviembre. Finalmente, para aquellos con intereses más diversos, Madrid también aloja la Semana de la Ciencia (del 7 al 20 de noviembre) y la Madrid Horse Week (del 27 al 27 de noviembre). ¿Nunca has visto un espectáculo ecuestre? ¿Por qué no hacerlo este mes?

Sal a la naturaleza.

Que las temperaturas hayan bajado no significa que las actividades al aire libre terminen. Con el cambio de la vegetación, zonas de Madrid como el parque del Retiro se transforman en un espectacular paraíso de colores cobrizos y dorados. Así que, ¿por qué no tomas una bici o el metro y descubres toda la belleza de la ciudad? Además del Parque del Retiro, puedes visitar otros como el Parque del Oeste, los Jardines de Sabatini o la Dehesa de la Villa (antiguo coto de caza del rey Alfonso VII). La Casa de Campo es otra joya: porque es el parque más extenso de Madrid y porque aloja el Parque de Atracciones y el Zoo de Madrid. El parque también organiza visitas guiadas y paseos.

¡Aquí lo tienes! Si estás estudiando español en Madrid este año, ¡no dejes que se pase sin descubrir toda la belleza, cultura y diversión que la ciudad tiene que ofrecerte!

Si vienes a estudiar español en Valencia te encontrarás con nuestra nueva escuela donQuijote. Una preciosa ubicación con 18 clases modernas y espaciosas y grandes patios, terrazas y jardines para que te puedas relajar durante y después de las clases.

Está situada en la Calle de Cadirers, en pleno centro de la ciudad. Eso significa que, además de estar en un lugar excelente y bien comunicado, se encuentra en la zona más histórica de Valencia. Para que te hagas una idea: nuestro nuevo edificio fue un palacio gótico construido en el siglo XV y también fue sede del Círculo de Bellas Artes de Valencia. ¡Si sus paredes hablaran te contarían mil historias sobre la ciudad, su cultura y su arte!

Es un edificio solemne, pero también muy acogedor, en el que te sentirás como en casa mientras estudias español… ¡Y en el que descubrirás algunos tesoros del arte valenciano! Por ejemplo, si vienes con nosotros, fíjate bien en la escalera cuando subas a tu clase ¿Sabes que esa pequeña columna con la que empieza podría ser obra de Pere Compte, artífice de la famosa y bella Lonja de la seda?

Viaje al siglo de oro valenciano

Este vínculo no es descabellado. Al fin y al cabo, la Lonja, ejemplo de gótico valenciano, ¡está solamente a tres minutos caminando de la escuela! Sí. Nada más salir de clase podrás acercarte a lo que es casi una catedral construida entre el siglo XV y XVI dedicada a la actividad de la cada vez más influyente burguesía valenciana. Su amplia nave, sus retorcidas columnas, sus altos techos y los mensajes ocultos en sus relieves harán que te imagines perfectamente lo bulliciosa que era Valencia en su siglo de oro.

Lonja de la seda

Otro magnífico monumento valenciano ligado a nuestra escuela por ser obra de Pere Compte es el conjunto de las Torres de Quart, a unos siete minutos caminando de la escuela. En seguida verás que formaban parte de las antiguas murallas que defendían la ciudad allá por la Edad Media. Altas, impresionantes… ¡uno se puede imaginar a una multitud de vigías alerta, subiendo y bajando sus escaleras, cobijados en sus huecos, protegiendo Valencia!

Torres de Quart

Igualmente, nuestra escuela de Valencia se encuentra a unos escasos cuatro minutos de su gran monumento, ¡la Catedral de Santa María! Es el orgullo de la ciudad, una catedral construida en el siglo XIII que, pese a ser todo un ejemplo de arquitectura gótica, también tiene sus particularidades y añadidos de otros siglos. Por cierto, si no lo sabes ya, debes saber que se dice que nada más y nada menos que el Santo Grial se encuentra custodiado en su interior. ¡Podrás ver esta mítica reliquia sin necesidad de pasar por tantas pruebas como Indiana Jones!

Catedral de Valencia

Una ciudad próspera y llena de color

Todas estas magníficas y cercanas muestras de arte te darán una idea de lo rica y poderosa que ha sido Valencia durante siglos. De hecho, y para comprobarlo, podemos viajar unos siglos en el tiempo con solo caminar cuatro minutos más allá de la escuela y visitar el Mercado Central, un edificio modernista construido en 1914 y todavía en activo. Os aseguramos que es toda una experiencia admirar su arquitectura de hierro mientras hacéis la compra deleitándoos con el color y los aromas de los productos más frescos. 

Mercado Central

Junto al mercado, pasando muchas veces desapercibida, está la iglesia de los Santos Juanes, un templo que fue mezquita allá por la época de Al-Ándalus, y que pasó a ser una parroquia gótica y, muchas veces, no ha tenido a la historia de su parte. Fue pasto de las llamas y objeto de reconstrucciones diversas a lo largo de los siglos XIV y XVI. Esto ha hecho que se puedan ver diferentes estilos arquitectónicos en ella. ¡Un paseo visual por la historia del arte!

Iglesia de los Santos Juanes

¡Ah! Y muy cerca, a poco más de 10 minutos, se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad, un gran edificio de estilo neoclásico que seguramente conocerás porque en su plaza todos los años tienen lugar las mascletás, espectáculos pirotécnicos admirados por todos los valencianos.

Ayuntamiento de Valencia

Habría muchas más cosas que añadir para que disfrutéis durante vuestra estancia con donQuijote en Valencia. ¡Pero vamos a dejar que las descubráis vosotros mismos! Nada como salir de clase, ir a alguno de los restaurantes o bares cercanos y, tras beber un buen vaso de horchata, señalar una calle y decir “seguro que por ahí hay algo interesante”. No lo dudéis, en Valencia pasa.