Durante más de 300 años, España desempeñó un importante papel en la historia de Estados Unidos, dejando una huella difícil de borrar en gran parte del país. A lo largo de este periodo, las tradiciones españolas fueron exportadas por los colonos, influyendo en la cultura y costumbres de la sociedad norteamericana de aquel entonces. Haz clic aquí para seguir leyendo en inglés.
La presencia de España en Estados Unidos se alargó 309 años y su herencia sigue vigente hoy en día. Desde que Juan Ponce de León llegó a las costas de Florida el 12 de abril de 1513, hasta la independencia de México en 1822, pasando por los descubrimientos del Pacífico y la colaboración esencial de la Corona Española a la Independencia de los Estados Unidos; son muchos los hechos históricos que siguen presentes en algunas ciudades estadounidenses a través de monumentos, símbolos o nombres de lugares.
La influencia hispana quedó, como comentábamos más arriba, presente en el nombre de algunos lugares. Como San Agustín, la ciudad más antigua del territorio actual de Estados Unidos, que fue fundada por españoles. También lo fueron, San Francisco, San Antonio, Tucson, Los Ángeles, Santa Fe o San Diego. Además, muchos lugares del país conservan el nombre otorgado por misiones, fortificaciones y asentamientos españoles: Amarillo, Arizona, Alcatraz, Boca Ratón, Bahía Morro, California, Cañaveral, Colorado, Florida, Madre de Dios, Montana, Nevada, Nuevo México, Pima y Tiburón, Puerto Rico y Texas.
Pero también dimos nombres españoles a islas y territorios en el estado de Washington: islas de San Juan, López, Fidalgo, López y Cortés; en Canadá: Victoria e Isla Galiano; y en Alaska: Valdez y Córdova.
Por otra parte, encontramos ejemplos en el nombre de algunos ríos: Bravo, Sacramento, Colorado, Grande.
El dólar nace en el año 1787 en el Congreso de los Estados Unidos. Lo que no sabe mucha gente es que era equivalente al duro español de la época, y que el símbolo $ tiene su origen en las Columnas de Hércules (Gibraltar), construidas para representar lo que significaba el fin del mundo para los griegos.
Por otro lado, El llamado Spanish Dollar (real de a 8) se usó como moneda de cambio en Estados Unidos hasta 1857. Llegó a ser más popular que el propio dólar norteamericano por sus ventajas: era más fino y pesaba menos, aunque contenía mayor cantidad de plata. Cotizó en la Bolsa de Nueva York hasta 1997.
Hasta aquí este breve resumen sobre el legado español en Estados Unidos. Seguro que ya conoces la importancia de nuestro idioma en este país, donde la población hispana alcanzará los 99.8 millones en 2050. Pero, ¿sabías que hay otros lugares mucho más remotos donde el español tiene también una importante presencia? Descubre cuáles son con el siguiente video.
El pasado 8 de marzo fue el Día Internacional de la Mujer. Cientos de personas tomaron las calles para reclamar la igualdad, pero también para celebrar. Hoy en día, no son pocas las demostraciones públicas que buscan construir un futuro mejor para todos.
Aunque aún queda mucho camino por recorrer, es bonito mirar al pasado y ver lo lejos que hemos llegado. En este artículo, echaremos un vistazo al pasado para repasar la vida de cinco mujeres hispanohablantes que cambiaron el rumbo de la lucha feminista en su país. Haz clic aquí para disfrutar leyendo este post en inglés.
Clara Campoamor
(1888-1972)
Más conocida como la madre del feminismo en España, Clara Campoamor tuvo una infancia difícil en Madrid. Tras la muerte de su padre, abandonó el colegio con tan solo 10 años y se puso a trabajar. Sin embargo, nunca dejó que las dificultades le pusieran freno. Con 30 años, se había convertido en abogada y activista. Llegó a escribir artículos para el periódico en un tiempo en el que la mitad de la población española era analfabeta.
Cuando cayó la dictadura de Primo de Rivera, en 1930, Campoamor tenía como objetivo luchar por el principio democrático de igualdad para todos los ciudadanos. Se unió al Partido Radical y salió elegida como representante del partido por Madrid. Curiosamente, en aquel tiempo las mujeres podían ser elegidas como cargos públicos, pero aún no podían votar. En un intenso debate el día 1 de octubre de 1931, Campoamor defendió el derecho de las mujeres al sufragio universal ante el Parlamento. Gracias a su determinación, la Constitución de 1931 recogía al fin el derecho al voto de las mujeres.
Sin embargo, esta victoria democrática fue efímera. En 1936 estalló la Guerra Civil Española, que dio paso a décadas de un régimen dictatorial. Ningún español, hombre o mujer, pudo volver a votar hasta 1977. Campoamor se exilió de España tras el golpe militar del 36 y no pudo volver jamás a su país. Hoy en día, se recuerda su nombre en varias estatuas, calles, colegios y plazas de España.
“La libertad se aprende ejerciéndola”
María Zambrano
(1904-1991)
Otra gran pensadora que tuvo que vivir en exilio tras la Guerra Civil es María Zambrano. Se trata de una de las filósofas más influyentes del siglo XX en España. En 1988, se convirtió en la primera mujer en recibir el Premio Cervantes.
Zambrano es mayormente conocida por haber acuñado el término de razón poética. Toda su filosofía fue dirigida a resolver la crisis de pensamiento de occidente y del racionalismo. Según su punto de vista, el racionalismo excluía muchos aspectos de la realidad humana. Al aceptar que solamente es real aquello que tiene una explicación racional, quedan excluídas las emociones, los sueños, la creatividad e incluso el alma humana. Con la razón poética, Zambrano insistía en la necesidad de que la poesía acompañara al pensamiento filosófico en todo momento.
“El corazón es centro, porque es lo único de nuestro ser que da sonido”
Frida Kahlo
(1907-1954)
Esta icónica artista mexicana ha sido recordada por sus pinturas rebosantes de imaginación. Sus autorretratos muestran en muchas ocasiones un dolor físico y emocional que incorpora elementos del arte folclórico mexicano, la cultura indígena y la naturaleza.
Junto a su personalísimo arte, Kahlo es una fuente de inspiración por su fortaleza ante sus problemas de salud: un dolor crónico y alrededor de 30 cirujías. Incluso cuando sufrió la amputación de una de sus piernas, fue capaz de mantener una actitud positiva.
“Pies para qué los quiero si tengo alas para volar”
Rigoberta Menchú
(1959-hoy)
Como miembro del pueblo Quiché, Menchú ha pasado su vida luchando por los derechos de los indígenas. Cuando era joven, su familia y ella sufrieron las consecuencias del activismo, siendo perseguidos por el gobierno guatemalteco hasta las últimas consecuencias. Su padre murió en un tiroteo mientras luchaba por los abusos de derechos cometidos por el régimen. Por su parte, su madre y hermano pequeño fueron brutalmente asesinados a manos de los militares.
Menchú huyó del país en 1981 y saltó a la escena internacional en 1983 para denunciar la situación de Guatemala. Mientras vivía en el extranjero, continuó trabajando contra la opresión en su país y luchando por los derechos de los más desfavorecidos. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1992 por su labor en pro de la justicia social. Menchú se presento a la presidencia del gobierno guatemalteco en 2007 y 2001 y hoy en día es Embajadora de las Naciones Unidas.
“No hay paz sin justicia, no hay justicia sin equidad,
no hay equidad sin desarrollo, no hay desarrollo sin democracia,
no hay democracia sin respeto a la identidad y dignidad de las culturas y los pueblos”
Las Abuelas de la Plaza de Mayo
(1977-hoy)
Las abuelas de la Plaza de Mayo son una organización fundada por un grupo de mujeres argentinas para encontrar a los niños "desaparecidos" durante la dictadura argentina y devolverlos a sus familias.
Entre 1974 y 1883, durante la etapa de terrorismo de Estado en Argentina, el régimen hizo desaparecer a miles de librepensadores y disidentes. Cientos de bebés fueron arrebatados a presos políticos tras nacer o secuestrados junto con sus padres. Mientras que los progenitores eran asesinados, las familias de los militares y aliados del régimen adoptaban a los bebés robados de forma ilegal. De esta manera, se neutralizaba la posibilidad de una segunda generación de disidentes. Los niños crecieron sin saber quiénes eran sus verdaderos padres ni de qué les había ocurrido. En la mayoría de los casos, ni siquiera eran conscientes de que habían sido adoptados.
Sin embargo, sus abuelas estaban dispuestas a encontrarlos. Se atrevieron a hablar bien alto y luchar para encontrar a sus nietos, incluso bajo la constante amenaza del régimen. Las abuelas se han manifestado en la plaza principal de Buenos Aires desde aquel entonces. Cada semana, pelean para hacer justicia y destapar la verdad. Desde 1977, se conseguido dar con el paradero de unos 130 niños robados.
“La única lucha que se pierde es la que se abandona”
A lo largo de la historia, son muchas las mujeres valientes que han dado un paso adelante para aportar su granito de arena a la igualdad. Algunos dicen que el futuro tiene nombre de mujer. Mirar al pasado es una buena manera de entender qué podemos hacer a partir de ahora.
Hoy hemos decidido salir a dar una vuelta “mercantil” por la ciudad de Sevilla. Vamos a recorrer uno de los mercados más importantes de la ciudad para poder contarte todos los secretos, así cuando te pases por aquí ya sabrás un lugar para visitar.
¡Vamos a descubrir Sevilla!
Vamos a ir directamente al Mercado Lonja del Barranco.
Nos han contado que es uno de los sitios en los que más vamos a poder disfrutar de la gastronomía de la ciudad, pero queremos descubrirlo por nuestra cuenta.
Después de un paseo a orillas del río, llegamos al mercado a las 11.00 de la mañana, solo una hora después de que abrieran para poder disfrutar de todo sin demasiada gente. Lo primero que vemos ya nos deja boquiabiertos. Por fuera se mantiene como la lonja de pescado que fue cuando se creó, pero por dentro es totalmente moderno.
El Mercado del Barranco tiene una luz como en muy pocos sitios hemos podido ver. Sus techos altos y las grandes cristaleras hacen que se pueda aprovechar al máximo el sol de Sevilla. Y esto solo nada más entrar.
Tras hacer unas cuantas fotos, empezamos a andar dentro del mercado y, así de un vistazo, calculamos que hay por lo menos unos 20 puestos todos diferentes. Después de dar una vuelta rápida por una pequeña parte del mercado, decidimos que es un buen momento para refrescarnos. Y aquí viene el problema… ¿cómo vamos a decidir un solo puesto con todos los que hay?
Preguntamos a la gente que encontramos y nos cuentan que, para tomar algo, tenemos una cervecería, una cocketelería o una vinoteca. Después de pensarlo un rato, decidimos pasarnos por la cervecería, pero nos guardamos las otras dos opciones para la próxima visita. Porque ya solo con lo que hemos visto hasta ahora tenemos claro que volveremos.
Ya de lejos se distingue cuál es el puesto, ya que tiene en la parte alta unos barriles tremendamente grandes. Buen reclamo.
Después de un rato de calma, nos damos cuenta de que cada vez va habiendo más gente. Curiosos, turistas, compradores… hay un poco de todo, pero muy buen ambiente. Como el Mercado del Barranco está al lado del río Guadalquivir, salimos a dar un paseo por la zona de la terraza y las vistas nos dejan impresionados. Solo por ver lo que vimos merece la pena venir a Sevilla. Impresionante.
Como entre unas cosas y otras se nos ha ido el tiempo, va llegando la hora de comer. Así que tenemos de nuevo nuestra duda. ¿Aperitivo o plato principal?
Para que nos cunda más la visita, decidimos pasarnos por varios puestos probando un poco de cada lugar. Sin duda, la mejor decisión que tomamos.
El Mercado tiene tal variedad gastronómica que nos fue imposible pasar por todas partes. Aperitivos, tapas, postres, pulpo, empanadas, croquetas, marisco, queso, jamón, arroz... Cada vez tenemos más claro que volveremos dentro de poco.
Pasamos un buen rato de la tarde hablando y disfrutando del buen ambiente. De verdad que es un lugar para dedicarle tiempo. Ya cuando caía el sol salimos a la terraza a disfrutar de las vistas y del flamenco. Podíamos ver Sevilla, el Guadalquivir y ¡hasta el puente de Triana!
Creo que podríamos seguir días hablando de nuestra experiencia en el Mercado, pero te recomendamos que prepares las maletas y le dediques unos cuantos días a conocer Sevilla, aprender español y a dejarte enamorar por la ciudad.
¡Nos vemos pronto!